LEAN ESTO PRIMERO: Bienvenidos, entren y lean:

Buenas, espero que esta pagina en la que han entrado les llame la atención, pues significará que por ahora voy bien. Este es un blog de historias, pequeños relatos, algunas frases interesantes, todo sacado desde cero, es decir, inventado todo lo escrito. Al ser esto un blog, todo lo nuevo escrito aparecerá lo primero, pero les recomiendo que empiecen por la 1ªHISTORIA (Luna de Cristal), que encontraran en el mes de febrero, también les recomiendo que lean las frases, algunas interesantes y llenas de sentimiento. Espero que disfruten. Gracias.



domingo, 7 de noviembre de 2010

TEATRO - Esperanza

Suena el reloj a las 7 de la tarde y él sigue esperándola. Ella llega por fin.

ELISA – Siento la tardanza, pero el bus no llegaba.

RAÚL – No te preocupes, es lo que tiene los medios de transporte, siéntate y respira, se te ve algo exaltada.

ELISA – Puede ser, venía corriendo un poco.

Ella bebe agua de una fuente próxima y se sienta.

ELISA – ¿Desde que hora llevas esperando aquí?

RAÚL – Desde las menos veinticinco, pensaba que llegaba tarde, pero parece que no, como siempre llegas más tarde que yo.

ELISA – ¿Pero qué dices? Yo llego más veces más temprano que tú, porque con eso de ir andando a todos lados al final te dan las uvas.

RAÚL – Anda ya, tú pillas los atascos, el retraso del autobús… Además, yo me ahorro el dinero de ida y vuelta y luego lo gasto en lo que necesite, que no esta el percal como para tirar dinero.

ELISA – Bueno, si tengo dinero para gastar lo haré, ¿no crees?

Raúl se queda pensando un rato con la mirada fija en el horizonte.

RAÚL - ¿De qué querías que hablásemos? Por el teléfono parecía algo grave.

ELISA – Ah, eso, quiero alargarlo cuanto más mejor, es…

RAÚL - ¿Qué pasa, por qué te has cayado de golpe?

ELISA – Raúl, puede que estemos en un grave apuro.

Elisa cierra los ojos y respira profundamente soltando un leve suspiro después.

RAÚL - ¿Quién está en apuros?

ELISA – Nosotros, es decir, tú y yo, por eso tenemos que hablar.

RAÚL - ¿Pero qué pasa? Vamos, suéltalo.

ELISA - ¿Recuerdas lo qué paso hace un mes y medio en cabras? En aquel hostal que pasamos un fin de semana.

Raúl se queda pensando unos segundos y de repente la cara se le descompone.

RAÚL – Lo recuerdo, si creo que pienso a lo que te refieres, ¿Qué es exactamente lo que me quieres decir con eso.

ELISA – No me ha venido la regla, llevo u mes y medio y nada, además, me siento algo extraña.

RAÚL – No me digas que…

ELISA – Si Raúl, estoy embarazada.

Un incomodo silencio se hace entre los dos jóvenes, entonces aparece un vagabundo que se sienta entre ambos.

Vagabundo – El infierno queda cerca de los que se marchan lejos de él, pensad lo que vais a hacer chicos.

RAÚL – Pero que mierdas hablas. ¡Lárgate de aquí sucio!

Vagabundo – He oído vuestra conversación, antes de hacer algo que puedas arrepentirte piénsalo, ahora mismo tienes dos formas de condenarte, una te puede hacer feliz o no, la otra nunca te hará feliz.

Elisa se levanta y se marcha llamando a Raúl.

ELISA – Raúl, vamos, no quiero escuchar nada de este tío.

Raúl se levanta y la sigue. Ambos se sientan en otro banco.

RAÚL – Cariño, no te preocupes, hagas lo que hagas no va a pasar nada malo, ya no somos tan jóvenes, tú tienes 23 y yo 25, así podríamos tener una excusa para irnos a vivir juntos por fin.

ELISA – Pero Raúl, estoy estudiando, estoy apunto de sacarme un carrera, es mi último año, y no puedo descentrarme, además, ¿cómo conseguiría trabajo en mi estado? Tú estas en paro, y yo así.

Raúl la abraza y le da un beso en la frente

RAÚL – Cariño, tú eres la que vas a tenerlo dentro, aunque yo sea el padre aceptaré lo que quieras hacer, se que es algo muy duro para una mujer, pero si aceptas tenerlo te ayudaré en todo lo posible, y si no lo quieres estaré contigo antes, durante y después del aborto.

ELISA – No se que hacer, puede que esta sea una buena edad para tenerlo, más tarde podré tener un trabajo.

RAÚL – Y más tarde también podrás tener a un hijo.

Elisa rompe a llorar.

ELISA – Pero, lo que hay dentro de mí es un ser vivo, es parte de mi, pero todavía no quiero tenerlo, creo.

RAÚL – Cariño, quizás sea buena edad para tenerlo, aunque seas joven, eres anciana en mente, y más sabe el diablo por viejo que por diablo, pero solo tienes una opción para elegir, no hay marcha atrás, tenerlo o no tenerlo.

ELISA - ¿Cómo era eso que me decías siempre?

RAÚL - ¿El qué?

ELISA – Aquello que yo nunca entiendo, lo de la cárcel y tal, creo que ahora lo comprendo.

Él se queda pensando unos segundos y empieza a decirlo.

RAÚL – En cárcel vida no sirve, en vida cerrada ideales no caben, amor dentro de lo profundo, libertad fuera de lo aprendido. Más puede el que por alguien vive, mas sabe el que aún atado vale. Pues con cuerpo perdido y con mente salvaje se domina el camino que ni para el sabio es pensable.

ELISA – Nunca había pensado en ella. (Se calla y mira con ojos llorosos y un sincera sonrisa a Raúl.)

RAÚL - ¿Qué te pasa? ¿Estas sonriendo?

Elisa se seca las lágrimas.

ELISA – Olvidaré el provecho, amaré el daño. Este niño será mi libertad.

Se seca las lágrimas y se abrazan.

NARRADOR – Pues no es más feliz el que cumple unas reglas, sino el que por no cumplirlas es capaz de vivir el daño.

FIN